Los "erizos" de Magaluf.

Te entiendo perfectamente. Un par de años después de licenciarme, regrese a la isla junto a los colegas de Getafe a pasar el verano. Nos alojamos en unos apartamentos que había cerca de Gomila (Bosque Sol, se llamaban). Y en autobús nos desplazamos precisamente a Magalluf.

Igual que tú, alquilamos un pedalo y dimos la vuelta al islote, parando a sotavento para tratar de coger algún pulpo, y joder que momento con las gafas de buceo parecían monstruos de película. El caso es que todos los que íbamos eramos gente recia del mar y preferimos dejarles en paz.

Camino de regreso a la playa, se me ocurrió la maravillosa idea de cocinar una sopa de erizos y allí que fuimos. Las piedras que había en los laterales de la playa nos pareció el lugar más idóneo.
El instinto no falló, montones de erizos esperaban a ser cocinados. Cogi lo primero que encontré y me puse a despegar los erizos de las rocas.

En una de estas se rompe el palo que utilizaba de palanca y me pego un clavazón del siete en el dedo. Increíble el dolor. Las vacunas de la mili eran picotazos de mosquito. A la asistencia sanitaria le costo extraer, por suerte, la única pua que se clavo, pero la madre que pario a panete, ¿por que no me daria por hacer unos macarrones con chorizo.

Sanjos